Esa ría que tan lejos nos llevó, que tantos mundos nos abrió, nos separó durante siglos. Como una muralla líquida mantuvo la Villa encerrada en sí misma, lejos de las vegas de Abando.
Durante más de 300 años sólo un camino comunicaba las dos orillas; el que discurría sobre el Puente de San Antón alimentando la economía de Bilbao. Hubo quien intentó construir nuevos puentes pero la alternativa real no llegaría hasta 1735 y duraría sólo dos años.
Después de estos primeros intentos franciscanos por multiplicar los pasos y conectar ambas orillas, en el siglo XIX llegaría la revolución de los puentes y San Antón dejaría de ser el único Camino sobre la Ría.
Euskera-Castellano | Yacimiento de la Plaza del Corazón de María | 1 de octubre al 3 de noviembre; de martes a viernes de 10:00 a 13:30 h. y de 16:00 a 19:00 h. Sábados y domingos de 11:00 a 14:00 h. | Euskal Museoa | Sin cita previa